El régimen amenaza a los cubanos que protestan: «Cerrar vías es un delito»

Preocupados porque la situación se les ha salido de control, el régimen cubano lanza amenazas contra el pueblo, tras tres días de intensas protestas en La Habana, debido al corte de electricidad generalizado por el paso del huracán Ian, el pésimo estado de los sistemas generadores de electricidad y la escasa respuesta de las autoridades.

Luis Antonio Torres Iríbar y Reinaldo García Zapata, máximas autoridades del Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana, advirtieron a través de los medios estatales que bloquear la vía pública es considerado «un delito».

«Cerrar vías es un delito, como lo son también los hechos vandálicos, y las autoridades tienen que actuar en correspondencia con los que manifiesten una actitud de ese tipo», sostuvo Torres Iríbar, en un mensaje reproducido por el oficialista Tribuna de La Habana.

«Protestar es un derecho, pero solo cuando los responsables, el estado y el gobierno están dejando de hacer lo que les compete», añadió el dirigente en televisión nacional el viernes, en un intento de subvertir la opinión pública sobre las manifestaciones que han tenidos lugar en casi toda la capital, por el hartazgo ante el desesperante panorama.

«Hay cansancio y molestia por la ausencia de electricidad. Las personas tienen derecho a protestar pacíficamente, a expresar su molestia, pero nadie tiene derecho a alterar el orden, ni a convocar a la violencia», añadió.

Decenas de fotos y vídeos han sido subidos a las redes sociales durante tres días consecutivos de protestas, en muchos se escuchan los comentarios de los manifestantes indignados ante la falta de sensibilidad de las autoridades, ya que a la gran mayoría de las familias se les ha echado a perder la poca comida que habían adquirido antes del azote de Ian, que dejó las más tangibles afectaciones en la occidental provincia de Pinar del Río.

«No se juega con la comida de los niños», se escucha decir reiteradamente en los fragmentos de audiovisual que evidencian las protestas.

En algunas localidades han habido cacerolazos, y concretos pedidos de libertad y cambio político.